La manera como el leproso del evangelio de este domingo se dirige a Jesús, pidiéndole su curación, es un modelo de oración confiada. Se pone de rodillas, manifestando así su humildad; le muestra su miseria, su lepra, con total sinceridad; y le dice: si quieres, puedes limpiarme, expresando así, con gran delicadeza, su absoluta confianza en el poder y la misericordia de Jesús.