Cristo es la luz que nos ilumina y nos saca de la oscuridad, con su vida y con su doctrina. Al ocultarse en Nazaret también nos ilumina al mostrarnos que es posible alcanzar la santidad en la vida ordinaria. Su palabra es luz que ilumina: los Evangelios nos transmiten la verdad sobre Dios y sobre el hombre; leámoslos con atención.